Durante la mañana
del día de ayer saltaron las alarmas por la llegada de inmigrantes
con una sintomatología similar al ébola. Se acordonó la zona
mientras los facultativos atendían con las correspondientes medidas
de precaución, aunque no todos pudieron establecer el protocolo
(como los policías).
En manos de Sanidad
Exterior, un epidemiólogo se encargó de examinar a los posibles
enfermos, descartando finalmente la existencia del virus, siendo
trasladados posteriormente al Hospital de Torrecárdenas para recibir
asistencia sanitaria sobre las dolencias, fruto de una mezcla entre
gastroenteritis, cansancio extremo y desnutrición.
Los agentes se
quejaron de la ausencia de medidas de protección en estos casos de
posible contagio.
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