Los jóvenes ingirieron el contenido de una botella de güisqui que habían encontrado días antes abandonada en un portal de El Ejido.
Lo que debía de haber sido una feliz noche de fiesta entre amigos acabó trágicamente de la forma más fortuita. Un joven marroquí de 31 años fallecía y otros siete chicos, todos varones, ingresaban con pronósticos de diversa gravedad en el Complejo Hospitalario de Torrecárdenas (Almería) después de ingerir lo que, según las primeras hipótesis, sería «algún componente pesticida» en un 'botellón' en el centro de la ciudad.
El suceso tenía lugar en la madrugada del sábado 1 de Marzo
de 2014.Hacia las 2.20 horas, la sala del 061 recibía un primer aviso
telefónico en el que un joven solicitaba atención «para un amigo suyo. Una
llamada a la que siguieron más avisos de personas que circulaban a esas horas
de la noche por la concurrida calle Trajano de Almería, en plena zona de bares
de copas del casco histórico de la ciudad. En las llamadas se avisaba de que
varios jóvenes se encontraban desvanecidos en el suelo en lo que, al principio,
se identificó como una posible intoxicación etílica.
Cinco equipos móviles de emergencias sanitarias de diversos
centros de salud de Almería comprobaron in situ el estado de los jóvenes, que
según las primeras evaluaciones médicas era de «gravedad extrema». Entonces,
uno de los chicos, «algo aturdido», apuntaron fuentes cercanas a la
investigación, alcanzó a relatar que se habían sentido indispuestos nada más
ingerir el contenido de lo que por su aspecto era una botella de una conocida
marca de güisqui.
Los primeros relatos apuntan a que los jóvenes, cinco
españoles y uno marroquí, todos con edades comprendidas entre 21 y 23 años,
conocidos y residentes en la localidad de El Ejido, se habían desplazado hasta
la capital para pasar una noche de fiesta y que con ellos habían portado esa
botella que habrían encontrado en la calle, abandonada en el interior de una
bolsa, algunos días antes. «La encontraron en un portal hace algunos días» Tras
una primera atención médica en plena vía pública, el personal sanitario
trasladó a los seis jóvenes hasta el hospital, en donde fueron ingresados con
pronósticos de diversa gravedad.
No obstante, el triste suceso tuvo una segunda vuelta de
tuerca. A los pocos minutos de marchar los efectivos sanitarios del lugar, una
joven requirió la asistencia a los agentes de la Policía Local al haber
encontrado en las inmediaciones a otros dos varones con síntomas muy similares
a los experimentados por el grupo de amigos anteriormente atendido en la zona.
Un equipo del 061 halló, a pocos metros de donde habían
atendido antes los jóvenes, a dos chicos, de 31 y 37 años «en estado
semiinconsciente y arrojando espuma por la boca». Pese a que fueron
urgentemente trasladados al hospital, «no se pudo evitar el fallecimiento de
uno de ellos», apuntan fuentes de la Policía Local de Almería. Inicialmente,
estos otros dos jóvenes, indigentes, ambos de nacionalidad marroquí y sin
relación con los anteriores, también bebieron del contenido de la botella que
los primeros habían abandonado al encontrarla sin dueño y en la calle.
«Se puede confirmar que hay una sustancia tóxica que se ha
mezclado con el alcohol y que ha provocado la muerte del joven», anunciaba
Carmen Crespo. Las primeras hipótesis apuntan a que dicha sustancia tóxica
podría ser «algún componente pesticida», insistieron fuentes cercanas a la
investigación que, no obstante, precisaron que serán los análisis los que
determinen cuál es el agente tóxico. La Policía Nacional se ha hecho cargo de
la investigación sobre lo ocurrido y ha remitido al laboratorio diversas
botellas de alcohol y refrescos halladas en el lugar del suceso. Se investiga,
asimismo, cómo llegó la sustancia tóxica a la botella de alcohol.
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