El acusado dice que no recuerda los hechos vinculados al momento del ataque, sí sabe que esa noche le "entró algo por la cabeza que no era normal" y "oyó voces".
El acusado de asesinar a su primo junto a la gasolinera de El Ejido, a través de puñaladas, dice que no se acuerda de los hechos, aunque sí que oyó voces.
El acusado ha
contestado a las preguntas del Ministerio Fiscal, que solicita para
él una pena de 24 años de prisión, así como para su defensa
destacó en su escrito que sufrió “un ataque paranoide” debido
al consumo de drogas, por lo que cometió el crimen de forma
involuntaria.
El fiscal ha
informado que el acusado utilizó de una navaja que ocultó entre sus
ropas antes de subirse al vehículo. De esta forma, el acusado ha
admitido que compró la navaja en el mismo día del crimen en una
ferretería de El Ejido y que la guardó en su bolsillo. Aunque él
declaró que la había comprado sólo por manía y que no tenía
intención de asesinar con ella.
El acusado se ha
reconocido además en una serie de fotogramas captados en la
gasolinera donde la víctima y la esposa del acusado pararon
momentos antes del apuñalamiento. En este sentido, según el relato
del fiscal y la acusación, la víctima recibió 22 puñaladas sin
posibilidad de defenderse.
Aunque la defensa ha descartado alevosía en el crimen.
Ante la inconsciencia de este asesinato el juicio celebrará teniendo como protagonista las declaraciones de testigos y del forense.
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